Primero, el enojado fue el legislador Luis Brodersen. Ahora, los molestos son el secretario de Tránsito municipal, Enrique Romero, y el juez de Faltas, Marcos Alzabé. Y el origen de todo es el secuestro de la motocicleta del parlamentario, que era conducida por su hijo.
Ese hecho ocurrió el miércoles a la tarde, cuando Romero relató que el joven pasó cuatro semáforos en rojo y que circulaba sin casco ni carnet en la BMW de su padre. También dijo que, tras recibir el llamado de su hijo, Brodersen se acercó e intentó evitar que los municipales se llevaran el rodado.
La mañana siguiente, el parlamentario se quejó a través de su cuenta de Twitter porque había pagado las multas correspondientes y -según su versión- en el corralón municipal se negaron a entregarle la moto. Ante esa situación, advirtió públicamente que regresaría por la tarde junto a un escribano para dejar constancia de lo que suceda.
Pero hoy comentó que eso no fue necesario ya que recibió un llamado telefónico de parte de la Subsecretaría de Tránsito para pedirle que se presente a retirar el rodado de manera "pacífica". El legislador agregó que recuperó su moto y que el lunes su hijo asistirá a un curso de educación vial.
Tras leer la publicación de LA GACETA, Romero se enfureció. "A Brodersen le faltan varios caramelos en el frasco", disparó. Y aseguró que "nadie lo llamó para entregarle la moto", que "nunca fue a intentar retirar el rodado ayer a la mañana" y que "ayer a la tarde vino un abogado suyo a verme y se comprometió a que el chico hará el curso el lunes".
"Es un mitómano, vino ayer a la tarde por primera vez presentando la documentación y se le entregó la moto sin ningún problema", insistió.
El funcionario municipal agregó que "no hubo ni abuso de poder ni nada por el estilo" y aclaró: "no tengo nada que ver con Cambiemos, soy peronista y estoy en el proyecto del intendente Germán Alfaro. El que habla de Cambiemos es él, que ofreció $ 5.000 para que lo voten a Mauricio Macri".
También expresó su disgusto el juez de Faltas, a quien le molestó verse en una foto junto a Brodersen. "No posé ni mucho menos, ha sido una foto como robada porque aparentemente el hijo estaba ahí y la sacó", argumentó.
"Después el señor Brodersen me habló desde el corralón diciéndome que el señor Romero no le quería entregar el vehículo, pero yo le respondí que vaya a hablar con Romero, él es el subsecretario de Tránsito y no le voy a dar una orden yo que estoy en una categoría inferior", finalizó Alzabé.